Las cámaras sin espejo de objetivos intercambiables profesionales.
Ernesto Ilkermn
Todo lo dicho para las cámaras sin espejo pequeñas de objetivos intercambiables es aplicable a este grupo de cámaras, salvo dos detalles: estas siempre van a tener un visor electrónico muy bueno y su cuerpo va a ser un poco más grande, pero inferior al de una réflex de iguales prestaciones.
Foto tomada con una Sony Alpha A7R y el objetivo Sony Sonnar T* FE 55mm f/1.8 ZA: 55mm / ƒ/2.5 / 1/60s / ISO 100 |
Todo lo dicho para las cámaras sin espejo pequeñas de objetivos intercambiables es aplicable a este grupo de cámaras, salvo dos detalles: estas siempre van a tener un visor electrónico muy bueno y su cuerpo va a ser un poco más grande, pero inferior al de una réflex de iguales prestaciones.
Así,
con respecto a las anteriores, una de las ventajas habituales de
estas cámaras es la posibilidad de acoplarles un grip, es decir, un
añadido que permite usar hasta tres baterías. El agarre también va
a ser mejor y el conjunto cuando se le acopla un objetivo grande no
es tan desequilibrado.
Otra
diferencia sustancial con respecto a las sin espejo pequeñas es que
ya podemos hablar de cámaras full frame, es decir, con un
sensor mucho mayor que la mayoría de cámaras réflex, cuya
calidad de imagen va a ser superior a la obtenida con sensores 4/3 o
de 1 pulgada.
A día
de hoy las cámaras sin espejo han igualado a las réflex en
todos los parámetros habituales en fotografía, incluido el asunto
del visor electrónico con el que se puede llegar a ver mejor que con
un visor óptico de los que usan las réflex. Las únicas desventajas
que tienen con respecto a las réflex es que al no haber espejo,
cuando cambiamos los objetivos queda el sensor expuesto, con el
consiguiente riesgo de dañarlo si entra polvo o humedad; por otro
lado la autonomía de las baterías de estas cámaras permite, como
regla general, hacer menos fotos que con una réflex, ya que al estar
encendida siempre va estar usándola. Lo habitual en una réflex es
que con una batería podamos hacer más de 500 fotos; en una sin
espejo (grande o pequeña), salvo los modelos más recientes, la
autonomía dará para unas 350 fotos.
Los
precios de los cuerpos de estas cámaras van a ser un pelín mayores
y si hablamos de full frame, se nos disparan a más de 1000 € y
pueden superar los 2500 €. Repito lo mismo que dije con respecto a
los kits de cuerpo más objetivo: los objetivos que suelen venir con
el cuerpo no son los mejores, con lo que habrá que presupuestar para
comprarlos buenos.
Este
tipo de cámaras entran ya en el terreno de las profesionales,
y aunque el hecho de que al ver por el visor como queda la imagen
resulta muy útil para quien no tenga muchos conocimientos de
fotografía (puede aplicar cambios y ver al instante como queda la
foto), realmente el coste del cuerpo y los objetivos sólo es
aconsejable para fotógrafos avanzados o para quienes las vayan a
usar como herramienta de trabajo.
Ya
sea con cámaras sin espejo más pequeñas o de un tamaño un poco
mayor el futuro de la fotografía parece que irá por este
sistema, pues las cifras de ventas de las tradicionales réflex
decaen mientras que las sin espejo aumentan e incluso marcas que se
resistían a dar el paso se han apuntado en este 2018 a sacar
modelos sin espejo con sensores full frame.
A la
hora de comprar hay que tener en cuenta, además del precio del
cuerpo, los precios y la variedad de objetivos. Si bien se encuentran
cuerpos por menos de 1000 €, los objetivos buenos rondan, en
sensores 4/3, los 500 €, mientras que en full frame un buen
objetivo andará más cerca de los 1.000 €. También es importante
ver dentro de la variedad de las marcas para que están
especializados los diferentes modelos (video, fotografía deportiva
etc.), si bien con cualquiera de ellas se van a obtener excelentes
fotos en diferentes situaciones en función del objetivo que se le
acople.
Ejemplos
de estas cámaras, con sensores 4/3, serían la Panasonic Lumix
DC-GH5S, la recién salida al mercado Fujifilm X-T3 (con un precio
muy equilibrado con respecto a las prestaciones), o la Olympus E-M1
MARK II. Entre las cámaras con sensor full frame, son sin duda las
Sony A7 de última generación (A7III, A7RIII) las que
ofrecen la mejor relación calidad-precio. La A9 que supera los 4000
€ está orientada al segmento más profesional, con unas
prestaciones que en nada tienen que envidiar a las mejores réflex.
Ahora se han sumado al full frame sin espejo Canon y Nikon con varios
modelos (la Canon EOS R y las Nikon Z 6 y 7) con un precio
desorbitado para las prestaciones que dan y una notable carencia de
objetivos disponibles, si bien con un adaptador de pago se pueden
usar varios de los que hay para sus réflex.
Foto tomada con una Sony Alpha A7R y el objetivo Sony Vario-Tessar T* FE 24-70mm f/4 ZA OSS:
70mm / ƒ/4 / 1/15s / ISO 200 |
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